Este fenómeno está muy relacionado con el burnout y puede afectar gravemente a la salud de los profesionales. Por ello, se ha convertido en uno de los temas más destacados en el entorno laboral en materia de salud y bienestar, especialmente ahora después de unos meses complicados debido a la crisis sanitaria.
Según el informe «¿Cuál es el índice de vida saludable de los directivos en España?«, elaborado por DKV y la Universidad Europea, el 91% de los directivos de España están estresados y una amplia mayoría consideró que su salud se veía afectada por el estrés. Puesto que la salud es un estado de completo bienestar físico mental y social (OMS, 1986), tener un entorno laboral saludable es importante para minimizar riesgos de estrés.
Por este motivo, desde Up SPAIN, empresa especializada en la gestión de beneficios para los empleados, indican 8 consejos que los profesionales de Recursos Humanos y Líderes de equipo pueden aplicar con el fin de reducir el impacto de estrés en sus equipos:
- Modificar las exigencias laborales, por ejemplo, delegando y repartiendo de manera diferente el trabajo o priorizando tareas
- Mantener a los empleados actualizados con el fin de tener todos los conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones y evitar la frustración
- Aumentar la autonomía del profesional para que tenga más control sobre la forma en que desempeña su trabajo. Por ejemplo, con flexibilidad horaria que facilite la conciliación, con puestos de trabajo compartidos, etc.
- Mejorar la calidad y la cantidad de apoyo que se le da al empleado con la introducción de programas de capacitación en gestión de RRHH a responsables de equipo o fomentando la cooperación y trabajo en equipo.
- Capacitar a los profesionales en gestión del estrés. Pueden acudir a cursos de relajación, gestión del tiempo o hacer ejercicio para desconectar.
- La ergonomía y el diseño ambiental es también importante. Por eso, se debe mejorar el equipamiento que se utiliza en el trabajo y las condiciones físicas.
- Perfeccionar la gestión a través de una mejora de la actitud de los directivos en torno al estrés laboral. Deben mejorar sus habilidades de comunicación, empatía, comprensión… Con el objetivo de afrontar la cuestión de la manera más eficaz posible.
- Diseñar una cultura basada en el apoyo y la cooperación entre compañeros.