Con una altísima deuda sobre el PIB de la economía, ¿subirán los tipos de interés hasta ser realmente positivos? Mientras Pedro Videla tiene sus reservas, Xavier Vives analiza la situación energética y aconseja diversificar.
¿Cómo está impactando la guerra en Ucrania en el mercado energético? ¿Qué política fiscal y monetaria deberíamos seguir en el futuro? ¿Es posible evitar la estanflación? A esas preguntas contestaron los profesores del IESE Xavier Vives y Pedro Videla en la sesión Impacto de la guerra en Ucrania: economía y energía el pasado 20 de septiembre.
Vives resaltó que el precio de la energía empezó a subir ya antes de la guerra en Ucrania, debido a factores de demanda y oferta.
En el lado de la demanda, en plena recuperación de la pandemia, Asia volvió a necesitar mucha energía, en particular, de gas natural licuado. Además, se vivió un invierno más frío y un verano más caluroso de lo habitual, que incrementaron la necesidad de energía.
Por parte de la oferta, apuntó Vives, se produjo una importante subida del precio del gas natural y un incremento en el precio del CO2 (dada la transición energética hay que pagar por el CO2 en algunas industrias). Factores meteorológicos como la falta de viento provocaron un crecimiento del precio de la producción eólica. También se produjeron disrupciones, como cuellos de botella en la cadena de suministro. «A todo ello hay que sumar otro factor más complicado: el poder del mercado de algunos productores, como Gazprom, que antes de la guerra ya empezaba a restringir la oferta», señaló el profesor del IESE. Por último, las políticas de transición verde han disminuido la inversión en combustibles fósiles.
El punto positivo es que Europa cuenta con el 85% de las reservas de gas que necesita para pasar el invierno y que, pese a los esfuerzos de Arabia Saudí y Rusia por mantener el precio alto, la liberación de las reservas de Estados Unidos hace la situación más llevadera. En España, por otro lado, ‘la excepción ibérica’ limita el precio de la energía, si bien «ese mecanismo tendrá un coste», advirtió.
De todos modos, señaló Vives, «el aumento del coste de la energía ha contribuido al incremento de la inflación, sobre todo en Europa, menos autosuficiente energéticamente que Estados Unidos».
¿Inflación o subida de los tipos?