Hayek se preguntó en 1944 por qué en la política intervencionista triunfan los peores y no los mejores, why the worst get on top —en el capítulo 10 de Camino de servidumbre. Un profesor mío del colegio en Buenos Aires, García Venturini, habló treinta años después de kakistocracia, el gobierno de los peores.
Daría la sensación de que es una maldición perdurable, a tenor de lo que vemos en nuestro país y en otros. Pensemos, sin ir más lejos, en el descarado uso electoral de los Presupuestos a cargo del Gobierno actual.
A veces sucede, para mayor inquietud, que las mejores consignas son agitadas por los peores grupos políticos. El feminismo es un ejemplo. La izquierda lo ha distorsionado, presentándose como su gran defensora. Otro tanto ha hecho con el federalismo, sobre el que ironizamos en el Econhumor. Y, entre tanto, se desprecian los esfuerzos de las mujeres y los hombres para salir adelante en la vida; fue el tema de la canción económica de la semana: Eldorado, de Revólver.
Preocupado, como todos, por Cataluña, otra ilustración de los gobiernos de los peores, concluí que lo peor sería que los políticos siguieran equivocándose a la hora de abordar la cuestión.
En Younews, videoblog de La Razón, observamos el Brexit, la relación entre el dinero negro y los impuestos, y la discriminación contra las mujeres.
Carlos Rodríguez Braun.-Economista |