Logística: de desconocida a imprescindible

JESÚS MARTÍNEZ MARÍN12/07/2020 18:00 | Actualizado a 12/07/2020 18:56

Todo esto es parte del alma de la logística, y en una sociedad cada vez más dependiente del consumo ya no se puede improvisar. Hay que proveer a la empresa y a las instituciones de profesionales formados en logística a todos los niveles, desde donde se toman las decisiones y se definen los factores claves de los procesos logísticos, hasta los operarios que entregan esa mercancía en las puertas de nuestras casas: todos deben recibir una formación especializada y de calidad. 

En nuestra experiencia, el estudiante de logística tiene un perfil con una vocación particular, vienen con un conocimiento básico del sector y buscan ampliar y aportar su visión para generar propuestas y resolver problemas, buscando cambiar la forma en la que se realizan las actividades, con un enfoque más eficiente.

La importancia de la logística en el confinamiento

La pandemia de la COVID-19, confinó cerca de tres mil millones de personas en todo el planeta, haciéndonos también reflexionar sobre las consecuencias positivas para con nuestro ecosistema. En todo esto, la logística ha sido factor fundamental para la supervivencia, no solo al garantizar el abastecimiento de los productos básicos, sino al abastecer también a los hospitales, centros de salud o espacios preparados para cuidar a los pacientes contagiados con el virus. 

Sin una planificación logística eficiente, combinada y armónica, pese a los dislates propios de la improvisación de las administraciones oficiales, el caos que podía haberse generado hubiese sido mucho peor. Incluso la Unión Europea, en sus medidas para esta emergencia, reconoció finalmente la gran importancia de la logística en la actualidad, sentenciando que: “Los trabajadores del transporte y de la cadena suministro deben ser el grupo prioritario después del sanitario …”. 

Esta aseveración no da lugar a dudas de la importancia de nuestro sector en cualquier tipo de contingencia. Como ejemplo, el aumento del e-commerce, no solo para los jóvenes habituados a su uso, sino para personas inmunodeprimidas o en condiciones de riesgo, ha sido una ventana de salvación sin igual. 

Todo ello gracias a la logística, y a la gestión eficiente de la famosa última milla, demostrando una vez más el viejo adagio: “La diferencia entre el orden y el desorden, se llama logística”. La evolución tecnológica ha modificado profundamente a la logística. La existencia de una sociedad cada vez más consciente del impacto ambiental de sus acciones, nos lleva a la responsabilidad de formar personas no solo técnicamente preparadas sino con mayor consciencia sostenible y que, por tanto, requieren de una gran especialización; ya un mozo de almacén no tiene el mismo perfil que hace algunos años.