Hasta dónde subirán los tipos de interés

Fuente: IESE BUSSINES SCHOOL
Actualmente estamos ante unas tasas de inflación general de entre el 8 y el 10% en Estados Unidos, la zona euro y España, y hemos observado un alza sostenida desde marzo-abril de 2021. Si nos fijamos en la inflación subyacente –aquella que tiene en cuenta una cesta sin energía ni alimentos — está actualmente en un 6% en Estados Unidos, mientras que en la zona euro y en España está entre el 4 y el 6%. Ante este panorama, ¿qué podemos esperar? Enric Fernández, economista jefe en CaixaBank, y Jordi Gual, profesor de Economía en el IESE, analizaron esa pregunta el 21 de junio de 2022 durante la sesión Inflacion: ¿es una amenaza para la recuperación económica?, dentro del marco del Alumni Learning Program, exclusivo para los Miembros de la Asociación de Alumni.
Causas de la inflación
Antes de la COVID, el precio del petróleo rondaba los 60 dólares por barril. En abril de 2020, el precio por barril cayó a casi 25 dólares. En abril de 2021, el precio ya había vuelto a los niveles preCOVID. Pero, a partir de ahí, continuó escalando, «debido al empuje de la demanda con una oferta que no respondió, y a las tensiones geopolíticas». En mayo de 2022, el precio del barril ya estaba por encima de los 110 dólares. Por otra parte, se ha producido un encarecimiento de lo que los americanos denominan chips & ships (chips y contenedores). Podemos atribuirlo a la incapacidad de la oferta de satisfacer la demanda tras la reactivación de la economía posCOVID debida una serie de estímulos para mantenerla con vida. Además, el cambio en la composición de la demanda –no podíamos consumir tantos servicios y pasamos a consumir más bienes– colapsó los sistemas internacionales de transporte. El resultado es que, en 2021, el precio de los contenedores se multiplicó por cinco en promedio respecto a 2019. No ayuda, asegura Fernández, «la estrategia de China de COVID 0, muy costosa de mantener con la variante ómicron al ser mucho más contagiosa y requerir un confinamiento más largo y numeroso». Por ello, el economista no espera que la situación mejore en el corto plazo. En la zona euro y en España, apostilla Fernández, hay que añadir el efecto de la depreciación del euro. Los alimentos se han visto arrastrados por el alza del precio de la energía, el transporte y el aumento del coste de los fertilizantes. Además, la guerra de Ucrania ha encarecido el precio de algunos alimentos de manera significativa. Los precios de futuros apuntan a una persistencia de esos elevados precios. Cuando las empresas trasladan ese aumento de costes a los precios finales, se producen los efectos indirectos en el coste de los productos. Leer más

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