Los problemas del Silicon Valley Bank, el Signature Bank o Credit Suisse hacen temer que el incremento de tipos de interés desestabilice la economía. Pero, en la lucha contra la inflación, no hay otra que subirlos.
Fuente: IESE BUSINES SCHOOL
Fuente: IESE BUSINES SCHOOL
2023 empezó revisando al alza las previsiones del FMI. La capacidad de los europeos de reducir el uso de gas procedente de Rusia,
junto con el fin del confinamiento de la población en China para prevenir contagios de COVID-19, invitaban al optimismo. No en vano, el grueso del crecimiento de la economía mundial recae en China e India.
Sin embargo, la inflación sigue más vigente que nunca. Si bien algunos organismos internacionales insisten en que no se prolongará demasiado en el tiempo, el profesor del IESE Jordi Gual tiene sus reservas. Así lo expresó en una sesión que impartió el pasado 13 de marzo en Barcelona.
Sí, atrás queda la pandemia, pero permanece la deuda heredada de las políticas aplicadas para estimular la economía. Podemos decir que la economía americana, al igual que la europea, ha salido “dopada”. Y el resultado de este impulso monetario son unas cifras de inflación no vistas en muchos años, asegura Gual.
Pero lo más importante no es que la inflación pueda llegar al 10%, sino el alcance que pueda tener la tasa de inflación subyacente (Ver “¿Hasta dónde subirán los tipos de interés?”). Esta es muy alta en Estados Unidos, donde existe una gran tensión en el mercado laboral debido a las jubilaciones anticipadas y los fallecimientos durante la pandemia y las políticas de cierre de las fronteras a la inmigración, que han llevado al aumento de los salarios. En este contexto, rebajar la inflación se antoja complicado.
En España, la inflación subyacente ronda el 7,5% mientras que la general se sitúa en torno al 6%. ¿Por qué es más alta la subyacente que la general, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos y el resto de Europa? Porque las intervenciones gubernamentales han tratado de limitar la inflación general con subsidios, una política que aumenta la deuda pública.
Aunque la economía española crecerá en 2023, “hay que vigilar que el choque inflacionario no se enquiste”, advierte el profesor del IESE. Si bien en España los costes salariales crecen menos que en otros países, preocupa la tendencia a incluir una indexación en los convenios colectivos de las empresas, que podría llevar a futuros incrementos.
