- Un artículo reciente hablaba de las recomendaciones de comportamiento que había hecho el Papa Francisco a la curia.
- Es conocido, de sobra, el carisma del Papa y su capacidad de liderazgo
- Algunas de ellas sorprendían por su alto grado de aplicabilidad a nuestra actividad empresarial cotidiana.
- Como empresarios y como líderes.
- En nuestras relaciones y en nuestra actividad:
Idoneidad Para elegir y desplegar de manera óptima y acertada los cometidos que hemos aceptado realizar. Céntrate. Es evidente que no es posible que sepamos de todo ni hacer todo. Como consultores, molesta tremendamente el que presume de servir igual “para un roto que para un descosido. Fidelidad A nuestra palabra y a nuestros compromisos. Los que adquirimos con los demás y, también, con nosotros mismos. Nos proporcionará relaciones de largo plazo y mucha, mucha paz. Honestidad En nuestros planteamientos y en nuestras actuaciones. Incluso por pura supervivencia. Al final, nosotros vamos construyendo paso a paso, con nuestras actuaciones, lo que ahora conocemos como nuestra “marca personal”. El que vive del embuste, tarde o temprano, se encontrará delante del espejo, como Dorian Grey. Atención y prontitud Ante los requerimientos y necesidades de candidatos, clientes, proveedores… Y si no estás en condiciones o no puedes, pues dilo y ya está. Pero no generes expectativas que, de antemano, sabes que no puedes cumplir. Amabilida Si, así de sencillo. El diccionario de la RAE da dos acepciones para “amable”: digno de ser amado y afable, complaciente, afectuoso. Es verdad que no hace falta que todo el mundo “nos quiera”, ni que todos sean “nuestros amigos”, pero también es verdad que nos gusta sentirnos estimados. Y claro, a los demás también. Y ser tenidos en cuenta. Y ser tratados como ellos mismos, no como una oportunidad de hacer dinero o como un currículo que ahora me sirve, y le hago caso, ahora no me sirve y ni le contesto. Aunque sepa que está esperando impacientemente mis noticias. Aunque sepa que es importante, incluso muy importante, para él o ella. Y, realmente, cuesta muy poco complacer esa necesidad que tenemos enfrente. Y tiene retorno. Siempre, de una forma u otra. El artículo recogía otras cuantas recomendaciones de comportamiento a los miembros de la Curia. Algunas muy centradas en su particular cometido, pero otras muy, muy aplicables a un buen líder (como las de arriba). Pero de esas valdrá más la pena hablar otro día. De momento, nosotros, desde Touch in Touch, procuramos aplicar a rajatabla las que he detallado.