Fuente: El Economista
Los economistas y las patronales consultadas por elEconomista consideran que el plan del Gobierno basado en rebajas fiscales que presentará el 29 de marzo llega tarde y es insuficiente para paliar los daños que la inflación ya provoca en la economía española.
No cabe otra respuesta posible ante el escaso impacto que tendrá alguna de las medidas que el Ejecutivo baraja. Sería el caso de la reducción del IVA de los carburantes, un gesto de cara a la galería para los ciudadanos, pero con un impacto limitado para resolver el problema de la inflación. No ocurre así con otra propuesta anunciada por el Ejecutivo. Se trata de fijar un precio máximo a la energía en el mercado mayorista de 180 euros por megavatio hora, que sí tendrá un importante impacto en el bolsillo de los ciudadanos y en el IPC, ante el desbocado coste del recibo eléctrico por el alza récord del gas. Con el mismo objetivo de paliar el golpe de los precios en los hogares y las empresas, los expertos defienden con acierto que se pongan en marcha ayudas directas y bonificaciones. Además abogan por propuestas concretas para los sectores más vulnerables así como por una reducción del IRPF. Sin duda, todas estas medidas aliviarían los problemas que en la economía generan unos precios que cerraron febrero en el 7,6%. Ahora bien, este tipo de compensaciones también supone un coste extra para las arcas públicas. De ahí que sea fundamental que su puesta en marcha vaya acompañado de un recorte del gasto improductivo. Más aún en el contexto actual en el que la alta inflación en Europa obliga al BCE a poner fin a los estímulos y a acelerar las subidas de tipos de interés. Un escenario que perjudica a un país altamente endeudado como España.